Sería imposible abarcar todo lo que merece la pena visitar en Florencia, sin embargo, lo que no podéis dejar de ver, por orden geográfico:

La capilla Medicea.

Se encuentra Junto a San Lorenzo, y varios miembros de la familia Médici fueron enterrados allí. La decoración es impresionante, en general no hay que esperar cola y merece la pena.

La escalera de Miguel Ángel en la Biblioteca Laurenziana

También junto a San Lorenzo. Incomprensiblemente no es demasiado conocida aparte de entre los arquitectos, lo que significa que no hay colas. Miguel Ángel la construyó en el siglo XVI y se conserva en perfecto estado.

El David de Miguel Ángel

En la Academia. Es la escultura principal y se nota. Hay una copia delante del Palazzo Vecchio, pero no tiene nada que ver. Lo ideal es llegar temprano, o aguantar la cola que generalmente da la vuelta a la manzana.

El Duomo

El monumento más reconocible de Florencia debido al mármol con el que está edificado, blanco verde y rosa. El baptisterio y la puerta son únicos en el mundo. Lo más típico: subir a la cúpula de Bruneleschi. Cuesta unos 6 euros, y no, no hay ascensor. Algunos prefieren subir al Campanile, pero la cúpula es más recomendable. No sólo es mundialmente famosa, si no que es algunos metros más alta que la torre, con lo cual las vistas son mejores. Para los que sean un poco más vagos, en la plaza de la República hay un centro comercial que se llama La Rinascente (tipo “El Corte Inglés”) Tiene una cafetería en la terraza de la última planta (7º piso, el ascensor sólo va hasta el 6º), un té cuesta 5 Euros, pero las vistas son más o menos las mismas, y si hace bueno se está muy bien al sol, con el Duomo a la espalda y la plaza a vuestros pies. Sin contar que los fumadores se ahorrarán el esfuerzo, y por el precio de la entrada, te tomas un café.

El Palazzo Vecchio.

Sede del Ayuntamiento. Se encuentra en la Piazza delle Signoria junto a la galería de los Uffizi. No siempre está abierto al público y su horario es más restringido que el de los demás monumentos. Consta de dos patios interiores y de varias salas con obras de arte.

La galería de los Uffizi

Posiblemente la colección de arte más famosa del mundo. El Nacimiento de Venus, entre otras obras maestras, está expuesto aquí. Se necesitan varias horas en visita guiada para ver sólo las piezas fundamentales. Hay obras de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rubens, Tiziano, Tintoretto, Rembrandt, Caravaggio, Goya…Las colas para visitas libres en temporada turística llegan a tardar 5 horas, por lo que, si no tenéis intención de reservar la visita con anterioridad, os recomiendo que os planteéis seriamente la posibilidad de conseguir la tarjeta de amigos de los Uffizi, que se hace frente a la entrada.
El Ponte Vecchio.
Es un puente donde se congregaron los joyeros, de forma que las joyerías ocupan la planta del puente y sobre estas se encuentran las casas. En las zonas del puente por las que se ve el río surgió la costumbre de que las parejas atasen candados como símbolo de esto y aquello. Los candados forman racimos que en ocasiones casi llegan a tocar el suelo. Sobre las casas pasa el famoso corredor Vasariano, construido por Giorgio Vasari para Cosme I de Médicis, para permitir que éste pasase del Palazzo Vecchio al Palacio Pitti sin salir a la calle, por seguridad. Como a Cosme I le molestaba el olor del Mercado que se encontraba debajo, mando trasladarlo y su lugar lo ocuparon las joyerías, que aún se mantienen. Es prácticamente imposible visitar el corredor Vasariano. Si estáis muy interesados, tratad de arreglar la visita desde España antes de ir, ya que sólo abre unos pocos días al año y hay muy pocas plazas. En las noches de verano grupos de músicos tocan para los turistas.

El Palazzo Pitti

Es mucho más grande en tamaño que el Palazzo Vecchio. Es característica la plaza delantera, construida en pendiente a propósito para dificultar los ataques o las revueltas. En la parte de atrás del palacio se encuentran los jardines de Bóboli, excelente sitio para descansar de varios días de visitas.

Iglesias

Quitando Santa Maria del Fiore (El Duomo) Florencia tiene algunas iglesias más que se pueden ver si hay tiempo: Santa María Novella, cerca de la estación, San Lorenzo, y la Santa Croce, con su patio interior.
Las mejores vistas de Florencia, sin duda, desde el Piazzale Michelangelo al atardecer.Desde ahí se toman las fotos en las que se ve el Arno, los puentes, y el Duomo al fondo. Podéis subir dando un paseo, aun que es un camino largo y cuesta arriba. Si no, el autobús nº 13 tarda unos diez minutos, y sale desde Corso dei Tintori, casi haciendo esquina con vía dei Benci.